2016,

La capital del Bar

14:30:00 Unknown 1 Comments

Porque, en España, aunque le pongas pegas, sabemos vivir. Sólo en Antón Martín hay más bares que en toda Noruega
Como te digo la "co" te digo la "o"; Joaquín Sabina.

Muchos pensarán que Sabina es un exagerado o un mentiroso pero lo cierto es que Madrid es encantadora por sus bares. Según un informe de 1980 la capital española contaba con 31 bibliotecas y más de 1500 bares, se cree que hoy en día ese número se duplica.
Madrid es distinta del resto de las capitales europeas. Los turistas o viajeros no tienen esos “must” u visitas obligadas que no te podés perder. Claro que el Museo Reina Sofía, El Prado y El Parque del Retiro valen la pena pero lo atractivo de Madrid es la ciudad en sí. Y sus bares.
Ya sea en la zona de la Plaza Mayor o en el recoveco más oscuro y laberíntico de Lavapiés si hay una barra va a estar llena. Mucha gente aprovecha la excusa de las promociones de cañas para pasar un rato charlando con los suyos y ni siquiera es condición que haya una mesa; la mayoría de los lugares tiene a sus clientes parados con vaso en mano.

Bar Borodin
Sobre la Ronda de Valencia aparece, como por sorpresa, este bar de entrada discreta. Que las apariencias no los engañen: el Borodin es uno de los sitios más poéticos de Madrid.
El bar debe su nombre a Piotr Kropotkin, pensador ruso y creador del anarcocomunismo. Mientras era perseguido en San Petersburg por el régimen zarista, Piotr asistía a las reuniones nocturnas del Círculo Chaikovski disfrazado de campesino y con el nombre falso de Borodin. Este anarquista fue elegido por los dueños del bar porque; según ellos “se conoce muy poco este pseudónimo”.
Además de las típicas cañas a 1,30 E y la joya del botellín Alhambra a un eurito; en Borodin vale la pena probar la cerveza artesanal Arevaka, oriunda de Soria. Si van con suerte pueden encontrarse, acodado junto a la barra, a su maestro cervecero Alfonso que cada tanto organiza unas catas con maridajes.

La diva del lugar, sin duda alguna, es la BURGER. Así le llaman a la hamburguesa casera de cerdo y carne vacuna cocida a las brasas con un toque de comino, pimentòn y cebolla, tomate, lechuga y queso. ¿El secreto? Una especia llamada Ras-el-Hanôut , que en árabe significa “lo mejor de cada casa”. Se trata de una combinación de cinco elementos que curiosamente nunca son revelados por el anfitrión.
Por solo 4,5 E dejás conforme a " la panza, la cartera y el corazón"; como reza el poema q se encuentra ni bien se ingresa al bar.


Sus dueños Nacho y Juan atienden esta cooperativa autogestionada que nació hace más de 3 años. Ellos son dos hombrotes de sonrisa amplia y abrazo fácil. Todos los comensales parecen conocerlos y se transforman en tíos cómplices haciendo chistes y  guiñando ojos a troche y moche.

El Museo del Jamón

En tiempos de tantas franquicias resulta difícil conservar el toque especial de una típica taberna española. Difícil, pero no imposible.
El Museo del Jamón, con diez sucursales en Madrid, le saca varios visitantes de ventaja a otros museos de la capital.

El olor a jamón invade ni bien se atraviesa la puerta de vidrio y desde ahí todo es frenético. Las patas de todas las regiones españolas cuelgan ordenadas por color desde los techos del lugar; los mozos encerrados en una barra circular no paran de servir copas de cerveza; los comensales prefieren quedarse parados para ahorrar algunos euros y gastarlos en lo único que vale la pena: Jamón.
El Museo del Jamón nació en 1978, fundado por los hermanos Don Luis y Don Francisco Muñoz Heras. Según su sitio web fue el primer bar temático de España que además es charcutería (negocio especializado en embutidos).
No hay música pero se tiene que hablar fuerte para tapar los ruidos de copas y charlas animadas. La gente pega los codos a la barra y pide con el dedo una caña, a veces (muchas) solo para gozar de los chorizos y sandwiches extra que vienen gratis con cualquier pedido.
Por un euro se puede tomar un vaso de cerveza y por otro comer un bocadito de jamón crudo, queso o lo que de más antojo. Además se puede comprar una promoción de un plato repleto del manjar de la casa con dos copas de cerveza, solo por 3.90 E.
¡De Madrid al cielo pasando por el Museo del Jamón! Es el lema de este restaurant y no cabe duda que debe ser así. 

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